El fallecimiento del fiscal Carlos Gaitán, Fiscal de Juicios en Girardot, quien había pedido, lo pasaran a indagaciones porque el estrés lo estaba minando en su salud, deja entrever el lamentable exceso de carga laboral que tienen que afrontar, especialmente, las fiscalías regionales.
La congestión de la justicia, evidentemente, viene de tiempo atrás, solo que ahora se agravó con «los priorizados», ya que, por el momento, ha sido una medida fallida porque no se dotó al sistema de personal, ni medios.
La realidad es que no solo Girardot vive esta grave crisis. Fiscales de juicios, como el Dr. Gaitán, viven al borde del colapso, con estrés, sin tiempo para familia ni tranquilidad. Deben atender exceso de audiencias diarias; en juicios es exagerada la carga de procesos, muchos fiscales en Funza, Faca, Ubaté y otras regionales no dan “abasto” y cada día ingresan más «priorizados’.
Lo cierto es que se volvió común que muchos fiscales trabajen en un ambiente no deseado, aguantando a veces regaños injustos de jueces y hasta del Ministerio Público, en esencia por falta de personal.
Se espera que la anunciada investigación de la Fiscalía general sirva, a la vez, para implementar cambios que permitan mejorar el quehacer judicial. “Lo siento, estoy muy atrasado en trabajo” dejó escrito Gaitán.