El director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ballesteros, anunció que, en una posible articulación interinstitucional con el Ministerio de Ambiente, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y la Secretaría Distrital de Ambiente, realizará una evaluación de las hectáreas y especies afectadas así como de las condiciones del suelo en los cerros orientales de la capital del país, arrasadas por el fenómeno de El Niño, para determinar su restauración.
A juicio de Ballesteros, dicha evaluación está soportada con base en estudios previos que ya se han elaborado por parte de la CAR y las universidades Distrital y Javeriana, con el fin de determinar cuál será la estrategia de para la recuperación del ecosistema.
“Recordemos que la restauración no es ir al territorio a sembrar. Primero tenemos que hacer una adecuación de los suelos, tenemos que hacer el análisis científico y técnico de las condiciones en las cuales quedaron los suelos y las coberturas vegetales, luego del incendio”, explicó Ballesteros.
Con respecto a las especies para la restauración, estas deben ser nativas y, después de restaurados los suelos, se debe hacer una siembra que, según explicó el funcionario, tampoco será de manera inmediata porque aún persiste el fenómeno de El Niño.
“Sería un error irnos en este momento con las comunidades a sembrar los árboles, pues no van a sobrevivir en esta temporada de sequía. Habrá que esperar las condiciones climatológicas adecuadas y hacer un trabajo técnicamente asistido para que la plantación pueda prosperar y luego
hacer los respectivos mantenimientos con una planificación técnica y un diseño concertado interinstitucional».
Cerca de 800 hectáreas afectadas en Cundinamarca por los incendios forestales:
Con respecto a los municipios afectados en Cundinamarca, el director de la CAR dijo que también se está estructurando un plan con el gobernador Jorge Rey para hacer una evaluación de las áreas afectadas, que dan cuenta de cerca de 800 consumidas por los incendios forestales.
“Tenemos que establecer con la Gobernación de Cundinamarca las condiciones de los suelos que fueron afectados y cuáles serán las especies y los planes de restauración, porque cada ecosistema es completamente distinto; no es lo mismo la restauración en ecosistemas de páramo, de bosque andino, bosques secos tropicales o en coberturas vegetales de otra naturaleza”, puntualizó el director de la corporación.
