Durante la celebración de la festividad patronal en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, la imagen de la Virgen Dolorosa, lució nuevo traje, donado por la Asociación de Nazarenos de Zipaquirá y una corona de espinas, elaborada por Andersson Rodríguez.
Esta corona, según Anderson, su creador, está fabricada con materiales naturales. La forman 5 secciones que representan las cinco llagas del Señor. 137 espinas en total le dan forma a esta corona que se convierte en una oblación por todo el sufrimiento, la incertidumbre y la enfermedad experimentados durante la pandemia por miles de zipaquireños y sus familias. También es un homenaje a las víctimas mortales que ha dejado la pandemia en su triste paso por la ciudad, así como el dolor experimentado por sus familias. Acoge las diferentes intenciones de toda una ciudadanía que, a los pies de María, presenta las súplicas que habitan en sus corazones.


.
.