En 1978, Edgar Rey Sanabria, médico cirujano y pediatra, siendo jefe del servicio de neonatología y profesor de pediatría de la Universidad Nacional de Colombia, decidió probar lo que había aprendido de la observación en la naturaleza de los canguros. Su creatividad le llevó a practicar con las maternas como incubadoras en el Instituto Materno Infantil (IMI), una nueva técnica como respuesta para salvaguardar a los recién nacidos de forma prematura.
“Contra viento y marea, sin ningún tipo de apoyo moral, económico ni académico, Papá creó el «Programa madre canguro», en el hospital de sus afectos, el Instituto Materno Infantil de Bogotá. Es más, lo consideraron loco, con el “argumento” de que si en los países tecnológicamente avanzados no habían adaptado esta técnica, mucho menos acá en Colombia, país tercermundista, se podría desarrollar” dijo a Gente Activa, su hijo Edgar Rey López de Mesa, quien brindó la información que a continuación se publica, como homenaje en sus 30 años de su fallecimiento.
¿Qué motivó la creación de esta técnica?
Entre otras, las siguientes preocupaciones motivaron al doctor Rey para implementar esta iniciativa:
- La alta tasa de morbi-mortalidad de los niños prematuros y de BPN (bajo peso al nacer) hospitalizados en el IMI, debido al hacinamiento del servicio y como consecuencia, a las infecciones intrahospitalarias.
- El alto índice de abandonos, debido a la separación prolongada de la madre y el bebé.
- Las bondades de la leche materna, que no podían recibir los niños prematuros y/o de bajo peso al nacer (BPN) hospitalizados en el servicio por el hecho de ser separados de sus madres durante periodos prolongadas.
- La convicción de que el calor de la incubadora podía ser proporcionado por la piel de la madre en forma más natural.
- La observación de niños de BPN que sobrevivieron gracias a los cuidados de sus madres o abuelas que los colocaron en contacto piel a piel sobre sus regazos.
El programa Madre Canguro (PMC) desarrolló 3 principios fundamentales: Amor: Contacto emocional y estimulación sensorial. Calor: a través de la posición canguro. Leche Materna: aportando nutrición y protección inmunológica. Esto llevó a que los niños prematuros y/o de BPN, fueran enviados a su casa una vez estabilizado su estado clínico; no necesitaban ningún tratamiento, se mantenían en contacto piel a piel día y noche contra el pecho de su madre; se alimentaban con leche materna a voluntad y, se controlaban en consultas ambulatorias, a criterio del pediatra.
El interés de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
En 1981, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio cuenta de esta iniciativa, lo que llevó a que profesionales de otros países vinieran a conocerla, entre ellos la Dra. Susan Wahlberg de Suecia; el neonatólogo Andrew Whitelaw de Gran Bretaña, y una enfermera neonatóloga, Kathy Sleath, de Inglaterra. Este grupo inició en 1986 las primeras investigaciones en Europa sobre el contacto piel a piel junto con el Dr. De Leew en Holanda y otros profesionales en Alemania.
Los primeros reportes de la experiencia colombiana fueron inspiradores pero también condenados por estos visitantes: Inspiradores, por la dramática caída de las cifras de mortalidad y abandono, condenados, porque una vez revisadas las cifras no eran tan precisas como se pensaba, no había seguimiento de los niños y no se sabía realmente qué pasaba con los niños que no regresaban a la consulta. Aun así, Whitelaw and Sleath consideraron innovador este tipo de cuidado “Canguro” y rápidamente empezaron a aparecer los reportes del uso del Cuidado Canguro en Europa.
El primer encuentro internacional
En 1990 UNICEF organizó el primer encuentro internacional Programa Madre Canguro, donde profesionales de 10 países presentaron sus experiencias de aplicación del programa. En 1991, durante la 44 Asamblea Plenaria de la Organización Mundial de la Salud, los doctores Edgar Rey Sanabria y Héctor Martínez Gómez, de Colombia, recibieron el Sasakawa Heath Prize por el Programa Madre Canguro como una metodología apropiada para la protección de la infancia.
En 1993 un grupo interdisciplinario (Pediatras, Psicólogas, enfermeras y trabajadora social) entrenado en el IMI y liderado por las pediatras Nathalie Charpak, Zita Figueroa y el epidemiólogo Juan Gabriel Ruiz, realizan un estudio aleatorio controlado para el cual establecieron nuevas pautas canguro, para el manejo intrahospitalario y ambulatorio de los niños logrando que la mortalidad del programa que estaba en el 5% bajara a 1,5%.
El aporte de la Fundación Canguro
En 1994 se crea la Fundación Canguro en Bogotá, con la misión de humanizar la neonatología, continuar con la evaluación científica sistemática del PMC y difundirlo a través de la formación de equipos para diferentes países, publicaciones especializadas y aportes como el realizado entre la Fundación y la Universidad Javeriana mediante el cual se diseñó una guía en varios idiomas que estandariza el uso creciente de esta metodología, han permitido que el sueño hecho realidad del doctor Rey Sanabria cada vez salve más vidas de niños en planeta.
Premios y reconocimientos
A través de las acciones del Programa Madre Canguro, Instituto Materno Infantil y la Fundación Canguro, esta iniciativa creada por el Dr. Edgar Rey Sanabria ha sido reconocida con importantes distinciones y premios nacionales e internacionales:
El 5 de abril de 2017, en la XV Asamblea, de la Federación Mundial de Salud Pública, llevada a cabo en Melbourne (Australia), el Programa Madre Canguro, fue reconocido como el mejor aporte de Colombia, a la salud pública mundial, en los últimos 50 años.
En 1999, la Federación Mundial de Científicos con sede en Roma (Italia), conformada por más de 10.000 científicos de 150 países, le confirió, en asocio con el Vaticano, el ”San Valentin One Year Of Love”, “El mejor acto de amor para el desarrollo humano” e institucionalizó la beca Profesor Edgar Rey Sanabria.
Premio mundial de la salud «Sasakawa Health Prize», otorgado por la Organización Mundial de la Salud, en Ginebra (Suiza), en 1991.
Premio del International Clinical Epidemilogy Network – INCLEN, por la más destacada investigación publicada durante 1997-1998.
Concesión especial del jurado por el video “Método Madre Canguro” otorgado por the International Film Festival of Health 1999. Word Health Organization-WAMHF
Premio por “Buenas Prácticas para la Salud Mundial 2006″, otorgado por The Global Health Council, Washington, USA.
Premio South-south Corporation Excellence Award 2010, como reconocimiento por la implementación en los países en desarrollo.
Orden José Celestino Mutis, otorgada por el ministerio de Salud de Colombia, el 28 de mayo de 1991.
Orden del Congreso de Colombia, en Grado de Caballero, el 28 de noviembre de 2011.
Orden de la Democracia en el Grado de Gran Oficial, otorgada por la Cámara de Representantes, el 28 de octubre de 1999.
Medalla Policarpa Salavarrieta en Grado de Gran Cruz, máxima distinción otorgada por la Asamblea de Cundinamarca, el 8 de mayo de 1999.
“Gens Nobilis” máxima distinción del Concejo de Zipaquirá en 1984.
El Dr. Rey se formó en Zipaquirá, estudiando su primaria en el «Liceo San Luis» y el bachillerato en La Salle. Fue concejal y presidente de esta Corporación en la década del 70. “Este acto motiva más mi obligación de continuar sirviendo a mi ciudad, de la cual siempre me he enorgullecido, por eso en ella vivo. De Zipaquirá solo he recibido favores, pues en ella me eduqué, me dio esposa e hijos, y ahora me abruma con tan honrosa distinción”, escribió el Dr. Rey en agradecimiento al Concejo por la condecoración citada.
El 5 de octubre de 1995, este hombre con gran corazón por los niños partió a la eternidad, dejando su legado invaluable en beneficio de los infantes de Colombia y el mundo.